Cómo la innovación se ha vuelto tradición
Un breve recorrido por la historia de Büttner
150.º aniversario de Büttner: hace ya mucho tiempo.
Desde entonces ha pasado mucha agua por el Rin, literalmente. Todo empezó cuando Uerdingen era todavía una ciudad independiente en el recién constituido Imperio alemán (fue en 1929 cuando fue integrada administrativamente en la ciudad de Krefeld).
Esto no supuso un obstáculo para el florecimiento de la industria y, al estar ubicada en la ribera del Rin y conectada al sistema ferroviario, la ciudad propiciaba la fundación de una moderna fábrica de calderas.
La fundación
Estas ventajas no pasaron desapercibidas para August Büttner. Provenía de una familia que había dejado su huella en Turingia, Braunschweig y Westfalia ya desde finales del siglo XVI. El propio August nació en Rahden (Westfalia) en 1846, siendo el primer hijo en una familia de nueve hermanos. Desde joven se interesó por la ingeniería mecánica, cursó estudios en la Real Academia Industrial de Berlín en la década de los años 1860 y luego afianzó sus conocimientos científicos trabajando como asistente en la Escuela Técnica Superior de Aquisgrán. Su gran interés se centró en las calderas acuotubulares y comenzó a diseñar sus propios ingenios. Se asoció con Rudolph Keller, Henrich Mauritz y Otto Keller, a quienes supo inculcar el sueño de tener su propia fábrica, y terminaron fundando en 1874 en Uerdingen la RHEINISCHE RÖHRENDAMPFKESSEL-FABRIK AUGUST BÜTTNER & CO, dedicada a la fabricación de calderas de vapor modernas. Aquella empresa fue la precursora de la actual Büttner Energie- und Trocknungstechnik GmbH.
Felicidad, innovación y calidad
En la primera página del libro de actas de la nueva empresa, August Büttner escribió entonces el saludo alemán «GLÜCK AUF!» (¡Buena suerte!). Pero sin olvidarse de reforzar la buena suerte sobre todo con INNOVACIÓN y CALIDAD, las fuerzas impulsoras del éxito de aquella fábrica. El propio August Büttner trazó sus rasgos característicos: «Todo progreso se basa en la técnica. Nos llueven detractores, pero nuestras calderas acuotubulares son cada vez más apreciadas. Destacan por su elevada presión, el poco espacio que ocupan, su bajo precio y su fácil reparación. Estamos bien organizados para fabricar más económicamente que nuestros competidores».
Azúcar de remolacha y éxito internacional
En 1886, tras los altibajos de los años iniciales, Büttner se adentró por primera vez en un campo que sigue siendo el núcleo de las actividades de la empresa hoy día: el secado. El galardonado sistema de secado Wender, en cuyo desarrollo el Dr. Carl Meyer tuvo una participación decisiva, fue utilizado en primer lugar en la industria productora de azúcar de remolacha y resultó un factor esencial en el éxito de Büttner que operaba desde 1903 bajo el nombre de RHEINISCHE DAMPFKESSEL- UND MASCHINENFABRIK BÜTTNER & CO. GMBH. Ya para esta época, Büttner tenía una orientación internacional y recibía grandes pedidos del mundo entero.
La muerte del padre fundador
August Büttner falleció en 1919. Para entonces, sus dos hijos, destinados a tomar las riendas de la empresa, ya habían perdido la vida: Georg había caído en la Primera Guerra Mundial y August hijo había muerto de gripe. Sin embargo, la empresa siguió adelante aplicando las directrices de su fundador. Una reorganización de la participación accionaria trajo consigo la transformación de la sociedad de responsabilidad limitada en la sociedad por acciones BÜTTNER-WERKE AKTIENGESELLSCHAFT.
Los Büttner tritones
Continuó logrando innovaciones y fue objeto de nuevas participaciones societarias y fusiones. Luego vino otra guerra. Tantas cosas han cambiado a lo largo del tiempo, pero también algunas siguen siendo (casi) las mismas. Por ejemplo, las «salamandras de Büttner». En efecto, una culebra que escupe fuego y otra culebra que escupe vapor siguen figurando en el logotipo de la empresa Büttner. La idea proviene del escudo de armas de la familia Büttner en el que dos culebras se entrelazan en la vara del dios Mercurio.
Ampliación de las áreas de negocio
También la ciudad de Krefeld, de la que Uerdingen es un distrito hoy en día, sigue siendo la sede central de la empresa. En 1995, Büttner se convirtió en una filial del Grupo Siempelkamp, también con sede en Krefeld. No obstante, sus áreas de negocio se han ampliado constantemente. A través de la fusión con la empresa Siempelkamp Energy Systems SES en Hannover en 2012, el área de plantas de energía se ha consolidado como otro pilar fundamental de la nueva BÜTTNER ENERGIE- UND TROCKNUNGSTECHNIK GMBH. Por último, la ciudad de Kaiserslautern se constituyó en la tercera sede de Büttner con la fundación del nuevo centro de competencia para tecnología medioambiental en 2022, con el cual Büttner refuerza su estatus como proveedor líder mundial de instalaciones completas en los campos de generación de calor y tecnología de secado.
Hoy, siguiendo la tradición de antaño
En 2024, es decir, 150 años después de su fundación, los apasionados trabajadores de Büttner se siguen sintiendo comprometidos con los valores de August Büttner. La innovación se ha vuelto tradición. Como empresa, Büttner aspira a mantenerse a la altura de este lema muchísimos años más, lo que redundará en beneficio de sus clientes y socios.
Por todo esto, siguen vigentes sus palabras: ¡Buena suerte! ¡Con innovación y calidad!