En el procedimiento directo el vapor se extrae directamente de los gases de combustión de una quema. En este caso, el generador de vapor está compuesto principalmente por un precalentador (“Economiser”), un evaporador y un colector de vapor. La bomba de agua de alimentación suministra agua, a través del precalentador, al colector de vapor. Desde ahí el agua fluye a través de tubos de bajada hasta el evaporador, donde una parte se evapora. La mezcla de agua-vapor se hace pasar a través de unos tubos de ascensión hasta el colector de vapor, donde se separa. A continuación se envía el vapor separado hasta la aplicación que lo requiere. Gracias al diferencial de densidad entre el agua caliente y el agua fría (“circulación natural”) se consigue que el agua-vapor del colector de vapor baje hacia el evaporador y vuelva a subir al colector de vapor.

En la generación indirecta de vapor se genera vapor mediante aceite térmico. Fundamentalmente, los generadores de vapor están compuestos por un depósito a presión con un serpentín por el que fluye el aceite térmico. La bomba de agua de alimentación suministra agua de alimentación al depósito a presión, donde se calienta hasta la temperatura de ebullición y se separa la mezcla de agua-vapor. A continuación se hace llegar el vapor separado hasta la aplicación que lo requiere. La generación indirecta de vapor se utiliza para generar vapor saturado.